La pandemia del coronavirus nos ha enseñado los mejores métodos de aseptización contra el COVID-19

No son sólo el jabón o el alcohol sino también las radiaciones ultravioleta C

 

Las crisis son épocas de malestar pero también son oportunidades para el cambio, para mejorar y para aprender. En Mayorvision nos preocupa  ahora más que nunca la seguridad de nuestros pacientes y de nuestro equipo de profesionales. Por eso ya estamos estableciendo protocolos de higiene y desinfección exhaustivos en todos nuestros Centros.

 

Recordemos que las radiaciones ultravioletas son parte de la energía emitida por el sol. Pueden ser de tipo A, B ó C, siendo A la menos energética y C la más energética y, por tanto, la que tiene mayor capacidad desinfectante. Sólo el tipo A y el B son las que llegan en mayor cantidad a nosotros, el UV-C es absorbido en su mayoría por la capa de ozono, de no ser así, si nos llegara en mayor intensidad, sería dañino y perjudicial para el ser humano.

 

La radiación UV-C se desplaza en un rango de longitud de onda entre los 280-100 nanómetros. Esto le proporciona a la radiación un efecto destructor de células que es ideal para la esterilización efectiva del agua, aire y superficies, eliminándolas sin necesidad de productos químicos y con capacidad germicida frente a microorganismos como hongos, bacterias y VIRUS. Es muy efectiva porque destruye tanto el ADN como el ARN, donde está la programación genética de los virus y las bacterias. Es por lo que este tipo de radiación se utiliza para purificar el aire en los hospitales y para desinfectar material sanitario.

 

En Mayorvision contamos con hornos de radiación Ultravioleta C para aseptizar nuestros equipos e instrumental. Son dispositivos en los cuales, después de recibir radiaciones C durante 40 minutos, quedará totalmente desinfectado todo lo que esté en su interior y donde se producirá ozono al incidir la luz UV con las moléculas de oxígeno que han quedado atrapadas.

 

Además, instalaremos lámparas de UV-C en las zonas donde están expuestas las gafas para que queden aseptizadas después de una exposición de 40 minutos. Lo haremos cuando los Centros estén cerrados  al público, sin personal y con todas las medidas de protección adecuadas teniendo en cuenta que la luz UV-C concentrada puede ser perjudicial para el ojo, en concreto para la zona más externa del mismo: la córnea. Esta lente natural es la que en condiciones normales absorbe las radiaciones UV-C por lo que un exceso de las mismas puede producir queratitis o inflamación de la córnea.